Apellido SIERRA en el departamento de SUCRE Colombia.
Genealogías, historia, familias y descendientes del apellido SIERRA

Historia de familias y descendientes del apellido SIERRA en el departamento de SUCRE


El apellido Sierra es un apellido de origen español que significa montaña. Los descendientes de este apellido se encuentran principalmente en España, México, Colombia, Venezuela, Argentina, Chile y otros países de América Latina. El apellido Sierra se asocia con la nobleza y la riqueza, ya que muchos de sus miembros han alcanzado el éxito en la vida. Los miembros de la familia Sierra son conocidos por su lealtad, su trabajo duro y su amor por la familia. Esta familia ha contribuido a la cultura, la economía y la política de los países en los que viven.
El primer miembro de la familia Sierra en llegar a Colombia fue Francisco Sierra, quien nació en España en el siglo XVI. Tuvo dos hijos. Su profesión era la de comerciante.

En los libros que se muestran, encontrará toda la información referente al apellido SIERRA en el departamento de SUCRE que se ha digitado en el país. Acá podrá obtener información de los primeros miembros de la familia SIERRA en el departamento de SUCRE que ingresaron al país, y a su vez la genealogía del apellido SIERRA en el departamento de SUCRE. En nuestras referencias podrá encontrar también información adicional sobre cada miembro de la familia SIERRA en el departamento de SUCRE (si está disponible), su heráldica y descendencia.
Con el contenido de nuestros folletos podrá contribuir en su búsqueda de antepasados inclusive para trámites de la comunidad SEFARDI

Contenido actualizado el día Saturday, April 27, 2024

 
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Libro del apellido Sierra

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Troncos familiares del apellido Sierra en el departamento de SUCRE (1 familias)


1. Mariana Sierra Aguas nacida en 3 may 1893 Corozal, Sucre, Colombia fallecida en 27 nov 1973 Magangué, Bolivar, Colombia, casada con Eduardo Zea Perez nacido en 31 dic 1893 Medellin, Antioquia, Colombia Los aplausos no se hacían esperar, sonaban las guitarras y el eco melodioso de sus cuerdas se perdía en los tupidos guaduales de la estancia. Los que tuvimos el privilegio de asistir a estas tertulias, experimentábamos un placer inefable espiritual, gozábamos del verdadero éxtasis que nos deparaba el trago; aquí nunca surgió una discusión por ningún motivo ni personal ni político; a pesar de que el grupo estaba compuesto heterogéneamente, obviamente era de esperarse que nuestro querido Pando Zea, que así le decíamos cariñosamente a don Eduardo, al escuchar a don Pedro, se inspiraba y como buen paisa le jalaba a la poesía, y recuerdo muy bien que Zea sufría unos guayabos de marca mayor, que para pasarlos se encerraba en el cuarto, donde permanecía por espacio de cuatro días, donde solamente permitía la entrada de doña Mariana, su incomparable compañera y sus hijos, allí poco a poco iba pasándole tan tremendo mal, y para darnos a comprender que psíquicamente sufría nos recitaba el soneto de Julio Flórez intitulado Abstracción:
    Descendientes: 0
Cantidad de registros 1

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